Lunes 2 de noviembre de 2015

Danae, Muerte y Vida y el Friso de Beethoven son algunas de las pinturas que el fotógrafo Inger Prader recreó para el Life Ball de Viena, Austria.
Las pinturas que Gustav Klimt produjo durante su fase de oro, entre 1899 y 1910, son algunas de las obras más icónicas de la historia del arte. Durante este período datan obras impactantemente bellas como El Beso y el retrato de Adele Bloch-Bauer, también conocido como La Dama Dorada o La Mujer de Oro.
En una serie de fotos producidas para el Life Ball -el mayor evento europeo de apoyo a los afectados de sida o VIH, que se celebra anualmente en Viena, Austria-, que este año se inspiró en los artistas del período de la secesión, el fotógrafo Inge Prader le trajo nuevos aires a las pinturas más reproducidas de Klimt, que se ven ahora no solo en postales, sino también en imanes, tote bags, cuadernos, lápices y hasta encendedores. Incluso fue más allá de la mera reproducción: recreó las escenas con modelos de carne y hueso. Para eso escogió las obras Danae, Muerte y Vida y El Friso de Beethoven, procurando mantener tanto la belleza de los cuadros, como su decadencia y oscuratismo.
Danae (1907)
Friso de Beethoven (1902)
Muerte y Vida (1910)
Friso de Beethoven (1902)
Friso de Beethoven (1902)