Lunes 7 de octubre de 2019

Se nos cayó el carné y nos gusta.
Con el gentil auspicio de Guitarras Tizona, Sabrosalsas Deyco, Calefont Splendid y Rebobinar (el programa con más amigos), hoy compartimos una lista de antología (antología: que es extraordinario, de excelente calidad o digno de ser resaltado), donde rebobinaremos cuatro de los comerciales o reclames más emblemáticos de esos locos años ochenta. Si no está tu favorito, no te preocupes porque vienen más.
YOGURT SOPROLE: LO PODEMOS LOGRAR, 1984
El más grande comercial motivacional de la historia y gran jingle, por lo demás: "Esas pequeñas grandes cosas que nos llevan a triunfar". Moraleja: solo necesitas práctica y yogurt para alcanzar tus sueños. No pierdes nada con intentarlo (ojo, la magia solo funciona con patines de cuatro ruedas).
REFRESCOS CARICIA: INDIANA JONES, 1985
Para qué molestarse en afeitarse y ducharse si simplemente te puedes tomar un refresco Caricia, que "entre paréntesis, qué buenos son". Es un comercial lleno de detalles y con un gran casting. Lo mejor: la risa del mafioso asiático sentado en el sitial de mimbre modelo "pavo real", el mismo que popularizó el Puma Rodríguez y la sección "Su sueño por un día" del Festival de la Una.
ESTUFAS SUNNYMET: HERIBERTO, 1988
Cuenta la leyenda que el nombre Heriberto se volvió popular en el Registro Civil gracias a este comercial. No es el primero de la "saga Heriberto" (donde un hijo se hacía "pipí" en la cama), pero fue el único que logramos encontrar en Youtube.
NEUMÁTICOS FIRESTONE: SI CAMINO NO HABLAR, 1986
La sabiduría sagrada de los indios sioux, más la dirección de Silvio Caiozzi y la brillante interpretación de Luis Alarcón, dieron origen a una de las frases más célebres de la publicidad chilena: "Si camino no hablar, ser Firestone que venir". Este spot ganó el León de Oro en el Festival de Cannes 1986.