
Viernes 4 de septiembre de 2020
Viernes 4 de septiembre de 2020
En su extensa misiva explicando el fin de la banda, el legendario artista argentino negó rumores de que sus compromisos en nuestro país fueran un factor decisivo.
Cuando Gustavo Cerati anunció el fin definitivo de Soda Stereo en 1997, los fans simplemente no lo podían creer. Se acababa una de las mayores instituciones del rock latinoamericano, quizás la más exitosa en la historia de la música argentina a nivel mundial, y pese a la elocuente explicación de Cerati en el diario Clarín, lo cierto es que los corazones rotos eran irreparables.
Al menos los fans chilenos tuvieron un pequeño consuelo: Soda Stereo no se acababa por culpa de nuestro país. Ante acusaciones de que Cerati quebraba al grupo por el tiempo que le demandaba su familia en Chile, el trasandino fue enfático:
“Me gustaría aclarar, además, que este estado nada tiene que ver con mis viajes frecuentes a Chile (yo estoy radicado aquí, en mi país, y es aquí donde pretendo recorrer mi futuro como lo hice siempre) ni con los esporádicos proyectos musicales que haya realizado al margen de Soda”.
A cambio, la explicación del músico obedecía a las rencillas internas que terminaron por acabar con Soda:
"Últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales fueron creando un nudo de tensión emocional que empezó a comprometer el equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no tocar, excusas para no enfrentarnos, excusas para no crear, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creemos como hacíamos en el pasado”.
Puedes leer la carta completa, publicada en mayo del 97, a continuación: