Domingo 11 de marzo de 2018

Literalmente vino y se fue. La visita de Evo Morales con motivo del cambio de mando fue súmamente escueta, limitándose solo a ser parte de dicha ceremonia y retirándose del Congreso Nacional rumbo al Aeropuerto, donde se dio el tiempo de conversar con la prensa.
"Traigo un mensaje de fraternidad y de integración. Vengo para hablarles de la impostergable necesidad de reencontrarnos. Nuestra historia, la geología nos hizo un país vecinos. Nuestros pueblos nos hace hermanos y el destino nos hará inseparables", declaró.
"Hago un llamado para que no escuchemos las voces de quienes quieren convertirnos en enemigos (...) Superar nuestras diferencias en base al diálogo y la negociación. Tenemos en nuestras manos la oportunidad histórica y el deber de legar a nuestros hijos, a nuestras próximas relaciones, una relación más fraterna para resolver sus diferencias y tomar ventaja de nuevas oportunidades", agregó el presidente del país vecino.
Las declaraciones que entregó ocurren a solo días del inicio de los alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la demanda marítima boliviana, cuyo plazo se extenderá por dos semanas.