Martes 17 de noviembre de 2015

Muchas alarmas para despertar, bajar a la playa como un equeco o dibujos infantiles por todas partes. Acá, situaciones cotidianas que muestran cómo nuestra vida se transforma cuando tenemos hijos.
1. Despertarse por las mañanas ya no es tan fácil cómo antes. Si en nuestra juventud bastaba y sobraba con poner la alarma una vez y apagarla (y seguir durmiendo, total...), con hijos la situación cambia: los niños deben comer, ir al colegio, bañarse, y tu también debes continuar con tu vida.
2. Ya deja de importarte tener un cuadro de un artista de moda o tener algo bonito colgado en la pared. Cuando tu hijo hace una raya por primera vez o te dibuja, la emoción es tan grande que lo pones igual en alguna parte (aunque nadie más sepa apreciarlo).
3. ¿Tazas de loza impresas con dibujos de artistas o con grabados franceses? No, ahora lo que se estila en la casa son vasos antiderrame de plástico, libres de BPA. Obvio.
4. Antes con el canasto era suficiente. Ahora hay que pensar que en el carro debe caber tu hijo, por si se aburre o se cansa de caminar. Además, lo más probable es que haya que comprar el doble de cosas que antes y el triple de voluminosas, como las bolsas de pañales.
5. Antes, el domingo era el día en que se lavaban los trapos sucios. Ahora, la lavadora se ha convertido en tu mejor amiga: como no hay clóset ni bolsillo que resista como para comprarles ropa todos los días, hay que lavar cantidades ingentes de ropa.
6. ¿Tomarse algo después de trabajo? Jajajajajaajajaja.
7. ¿Domir siesta y apapacharse? Solo si ellos lo hacen también, si no, a la plaza los pasajes.
8. La imagen de una mujer con sombrero de ala ancha, un buen libro, un bello bikini y un bronceado estupendo es parte de los inventos de la publicidad. Al menos para las mamás y papás, que deben preparar un bolso del tamaño de Brasil para acarrear todos los adminículos que los niños necesitan y no queden como jaibas.
9. Quieres leer la más reciente novela de tu escritor favorito, pero resulta que tu pequeñín se niega a ir al baño. ¿Qué hay que hacer? Leer, siempre leer. Nadie nos enseña a ser padres, así es que un poco de consejo nunca viene mal.
10. ¿Ligero de equipaje? Jajajajajaja, nunca, nadie.