Lunes 9 de febrero de 2015

Amamos fielmente todo lo que retrase el envejecimiento y si tiene relación con alimentarnos sanamente, el amor se multiplica. Resulta que el maracuyá no solo tiene exquisito sabor sino que además nos aporta nutrientes de su pulpa y esas crujientes semillas. Tal como lees, esas pepitas negras guardan un maravilloso secreto ya que son ricas en antioxidantes que impiden la acción de los radicales libres, por lo tanto, protegen la piel del envejecimiento. Además contienen magnesio, que ayuda a metabolizar hidratos de carbono y además potencia en el funcionamiento neuronal. También llamada fruta de la pasión, la madurez del fruto llega a su mejor estado cuando este alcanza un tono amarillento intenso y su piel lisa se arruga a medida que sigue madurando.